Como todo el sector de la industria alimentaria sabe, GFSI obliga a desarrollar un Plan de Cultura de la Seguridad Alimentaria. BRC lo exige desde que publicó la versión 8 de su estándar en alimentación. IFS lo exigirá a partir de Julio de 2021 con la nueva versión 7 de IFS FOOD. Tanto IFS como BRC lo están exigiendo en el resto de sus normas con BROKER, entre otras. Así mismo, este plan parece que será obligatorio ya que será un nuevo requisito exigido por el paquete de higiene que se está esperando por el sector para 2021. Por tanto, no sólo será un requisito de las normas IFS, BRC y GFSI en general, si no que será obligatorio por ley.
La creación de estos planes así como su implantación están generando muchas desviaciones en las empresas cuando auditamos tanto IFS como BRC ya que no se están haciendo correctamente. El presente artículo pretende dar unas pautas generales para poder desarrollar e implantar Planes de Cultura de la Seguridad Alimentaria.
Tabla de contenidos
1. Liderazgo
2. Personas
3. Consistencia
5. Riesgos
El concepto
En Redimensiona creemos donde más se está fallando es en el concepto del plan. Vemos que el cumplimiento de las buenas prácticas higiénicas y de fabricación suele ser deficiente en un porcentaje elevado de las empresas, aunque todo el personal está más que formado e informado en el cumplimiento de las mismas. A nuestros clientes siempre les planteamos la siguiente pregunta: ¿Por qué?
La respuesta a esta pregunta suele ser multifactorial y depende de varios factores, como por ejemplo, motivación del personal, rotación del personal, desconocimiento del personal, implicación de La Dirección, etc. Por tanto, el Plan de Cultura de la Seguridad Alimentaria dependerá de cada compañía y cada año puede ser completamente diferente.
Es por ello fundamental entender por qué el personal incumple normas que suele conocer perfectamente y las cuáles se les explican de forma reiterada no sólo en el día a día sino en los cursos de formación correspondientes.
Desarrollo del Plan
En primer lugar, nos gustaría recalcar, que un plan de cultura de la seguridad alimentaria no es un plan de formación. Éste es una parte del plan de cultura, pero por sí mismo no constituye un plan de cultura. Sólo con formación se ha visto que no es suficiente para que la cultura de seguridad alimentaria “cale” en todos los niveles jerárquicos de la compañía.
En Redimensiona Consulting, para implantar estos planes en nuestros clientes, seguimos la siguiente estructura:

1. Liderazgo
Como en el resto de planes, la implicación de La Dirección es fundamental. Sin ella, difícilmente se conseguirá implantarlo de forma adecuada. Por ello, La Dirección deberá comprometerse con la seguridad alimentaria cuando define la misión y la visión de la compañía así como cuando firma la Política de Calidad y Seguridad Alimentaria. Además, La Dirección deberá de trasladar estas políticas en elementos “medibles” para todos los empleados.
Otro aspecto a tener en cuenta en el liderazgo es la comunicación. Esta debe ser clara, concisa, entendible y en todas las direcciones; incluyendo servicios subcontratados. Hay múltiples mensajes y canales que podemos utilizar para demostrar el compromiso de La Dirección con la seguridad alimentaria.
2. Personas
Como en el resto de ámbitos empresariales, las personas son el factor de mayor impacto en los resultados del plan de cultura de la seguridad alimentaria.
En Redimensiona Consulting, proponemos crear equipos multidisciplinares para la gestión de las personas. Este equipo debe tener en cuenta todos los departamentos que tengan algún impacto en la seguridad alimentaria, incluidos aquellos que gestionan servicios externos. El objetivo de este equipo no es otro que intentar identificar los problemas de implantación del plan así como proponer mejoras propuestas por los compañeros de los departamentos que representan cada uno de ellos. Por otra parte, tendremos que dotar a estos equipos de herramientas adecuadas para poder desarrollar e implantar el plan como, por ejemplo, dirección estratégica, recursos necesarios, guías, encuestas, etc.
Para la selección de las personas que forman parte del equipo mencionado anteriormente, debemos seleccionar a personas que quieran ser parte del equipo, pero además que estén formadas, entiendan y comprendan la importancia de la seguridad alimentaria y de la implicación que tendría no cumplir con las normas establecidas por la compañía.
Para terminar con las personas, debemos disponer de planes formativos efectivos y que sean realizados para mejorar la capacitación del personal; cada uno dentro de sus necesidades específicas. Por tanto, cada departamento deberá proponer la formación de su personal en base a las necesidades reales del mismo.
3. Consistencia
Para medir la consistencia del plan tendremos que:
- Establecer responsabilidades claras para todo el personal. Que todo el personal sepa qué es su responsabilidad y qué es responsabilidad de otras personas.
- Medir el rendimiento del personal. Todo los trabajadores deben conocer cuándo su trabajo está siendo correcto y cuándo no. Esto, además, permitirá desarrollar métodos de mejora continua.
- Documentar: tendremos que desarrollar planes, instrucciones y registros que permita aportar información y transparencia a todo el personal.
4. Adaptabilidad
Es la forma en las que las compañías se adaptan al entorno. Por tanto, la empresa debe establecer planes de análisis que le permitan anticiparse a posibles cambios o bien ser ágiles cuando estos cambios no hayan podido ser anticipados.
5. Riesgos
El personal debe conocer los riesgos asociados a su puesto de trabajo y el impacto que puede tener en los consumidores. Cuanta mayor responsabilidad dentro de un departamento, mayor formación debe de tener el personal.
Por otra parte, es interesante informar sobre los riesgos emergentes al personal de manera regular.
Por último deberemos de desarrollar actividades de verificación sobre los análisis de riesgos desarrollados e implantados por la empresa. Esto se puede realizar mediante auditorias, inspecciones y cumplimiento de las buenas prácticas. Los resultados de estas verificaciones deberán compartirse con el personal.
En definitiva, el Plan de Cultura de la Seguridad Alimentaria va a ser crítico en el cumplimiento de las normas relativas a la seguridad alimentaria. Por tanto un correcto desarrollo del mismo no sólo va a permitir a la empresa cumplir con la legislación; además va a otorgar un “plus” en la seguridad alimentaria de la empresa y de los productos que elabora.
En Redimensiona Consulting llevamos más de 10 años implantando sistemas de gestión de la seguridad alimentaria. Si tenéis alguna duda con respecto al Plan de Cultura de Seguridad Alimentaria podéis contactar con nuestros especialistas aquí sin compromiso.