Desarrollar un Plan de cultura de la seguridad alimentaria es obligatorio por ley en todos los países de la Unión Europea desde la entrada en vigor del Reglamento 2021/382. Además, otras normas certificables como la norma IFS Food, BRC y GFSI lo exigen como requisito.
Al auditar la implementación de la norma BRC, la FSSC 22000 o la IFS en empresas alimentarias, hemos detectado que la creación y la implementación de los planes de cultura de la seguridad alimentaria no se están realizando correctamente.
En este artículo encontrarás una serie de pautas generales para poder desarrollar e implementar un plan de cultura de la seguridad alimentaria.
¿Qué es un plan de cultura de la seguridad alimentaria?
Es un conjunto de prácticas, comportamientos y políticas que se definen en una organización para fortalecer el compromiso con la inocuidad y seguridad de los alimentos o food safety.
El objetivo es crear una cultura organizacional, una mentalidad compartida por todas las personas que forman parte de la empresa que contribuya a asegurar que se toman todas las medidas necesarias para evitar riesgos alimentarios y garantizar productos seguros para el consumo.
Es importante destacar que un plan de cultura de seguridad y calidad alimentaria no es un plan de formación. La formación sí forma parte del plan de cultura, pero el plan de formación por sí mismo no constituye un plan de cultura. Está comprobado que la formación no es suficiente para lograr que la cultura de seguridad alimentaria cale en todos los niveles jerárquicos de la compañía.
¿Qué está fallando en la implementación de estos planes?
En diferentes auditorías hemos detectado que el cumplimiento de las buenas prácticas higiénicas y de fabricación suele ser deficiente en un porcentaje elevado de empresas, aunque todo el personal está más que informado de esas buenas prácticas e informado de la importancia del cumplimiento de las mismas. Entonces, ¿qué es lo que está fallando?
La respuesta a esta pregunta suele depender de varios factores, como por ejemplo, motivación del personal, rotación del personal, desconocimiento por parte del equipo, insuficiente o nula implicación de la dirección…
Así, el éxito en la implementación del Plan de cultura de la seguridad alimentaria dependerá de cada compañía, e incluso dentro de la misma compañía puede ser completamente diferente de un año a otro.
Para garantizar el éxito en la implementación del plan, es fundamental entender por qué el personal incumple normas que suele conocer a la perfección, que se les han explicado de forma reiterada no sólo en el día a día sino en los cursos de formación correspondientes.
5 puntos clave para desarrollar el Plan de cultura de la seguridad alimentaria
Estos son los puntos que seguimos en Redimensiona Consulting para implantar estos planes en las empresas de nuestros clientes:
1. Liderazgo
La implicación de La Dirección es fundamental para implementar cualquier plan de forma adecuada. Y esta implicación se traduce en compromiso y en comunicación.
Por una parte, la Dirección deberá comprometerse con la seguridad alimentaria cuando define la misión y la visión de la compañía, así como cuando firma la Política de Calidad y Seguridad Alimentaria.
Además, la Dirección deberá establecer indicadores medibles aplicables a todo el equipo, que permitan valorar el cumplimiento de estas políticas.
Otro aspecto a tener en cuenta en el liderazgo es la comunicación. Esta debe ser clara, concisa, entendible y en todas las direcciones, incluyendo servicios subcontratados. Hay múltiples mensajes y canales que podemos utilizar para demostrar el compromiso de La Dirección con la seguridad alimentaria.
2. Equipo
En cualquier ámbito empresarial, las personas son el mayor factor de impacto en los resultados, y esto también se aplica al Plan de cultura de la seguridad alimentaria.
En Redimensiona Consulting, hemos comprobado que los mejores resultados se obtienen al crear equipos multidisciplinares para la gestión de las personas. El equipo multidisciplinar debe tener en cuenta todos los departamentos que tengan algún impacto en la seguridad alimentaria, incluidos aquellos que gestionan servicios externos.
El objetivo de este equipo es intentar identificar los problemas de implantación del plan así como proponer mejoras que sugieren los compañeros de los diferentes departamentos que representan.
Además, es fundamental dotar a estos equipos de herramientas adecuadas para poder desarrollar e implantar el plan: recursos, guías, encuestas…
El mejor equipo posible
¿Quién formará parte del equipo multidisciplinar? Es fundamental seleccionar a personas que estén formadas sobre seguridad alimentaria, y que además quieran formar parte del equipo, que comprendan la importancia de su misión y las implicaciones que tendría para la compañía no cumplir con las medidas de seguridad alimentaria.
La empresa debe disponer de planes formativos efectivos, diseñados para mejorar la capacitación del personal, dentro de las necesidades específicas de cada persona y puesto. Así, cada departamento deberá proponer la formación de su personal en base a las necesidades reales del mismo.
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3. Consistencia
La consistencia del plan se sustenta en tres acciones:
- Establecer responsabilidades claras para todo el equipo. Que todo el personal sepa qué es responsabilidad suya y qué es responsabilidad de otras personas.
- Medir el rendimiento del personal. Todo el equipo debe conocer cuándo su trabajo está siendo correcto y cuándo no. Esto, además, permitirá desarrollar métodos de mejora continua.
- Documentar: es necesario desarrollar planes, instrucciones y registros que permitan aportar información y transparencia a todo el personal.
4. Adaptabilidad
En este contexto, adaptabilidad se refiere a la forma en que las compañías se adaptan al entorno. La empresa debe establecer planes de análisis que le permitan anticiparse a posibles cambios, y más en un contexto tan cambiante como el actual.
Además de los cambios normativos, fácilmente previsibles, las empresas del sector alimentario tienen que hacer frente a cambios en la demanda de los consumidores, crisis sanitarias o de seguridad alimentaria y otros factores que afectan a la cadena de suministro.
Con un buen plan de análisis, la empresa puede prever riesgos, aprovechar oportunidades y actuar con rapidez ante desafíos que no hayan podido ser anticipados.
5. Riesgos
El personal debe conocer los riesgos asociados a su puesto de trabajo y el impacto que pueden tener estos riesgos en los consumidores.
Cuanta más responsabilidad tenga un departamento, más formación debe de tener su personal.
Además de proporcionar formación suficiente, es interesante informar al equipo de forma regular sobre los riesgos emergentes.
Por último, hay que desarrollar actividades de verificación sobre los análisis de riesgos desarrollados e implantados por la empresa. Esto se puede realizar mediante auditorías, inspecciones y cumplimiento de las buenas prácticas. Los resultados de estas verificaciones deberán compartirse con el personal.
Como conclusión, el Plan de cultura de la seguridad alimentaria es crítico en el cumplimiento de las normas relativas a este tema. El correcto desarrollo del plan no sólo va a permitir a la empresa cumplir con la legislación. Además va a otorgar un plus en la seguridad alimentaria de la empresa y de los productos que elabora, creando un ambiente de trabajo seguro y comprometido con la inocuidad alimentaria.
En Redimensiona Consulting llevamos más de 10 años implantando sistemas de gestión de la seguridad alimentaria. Si tenéis alguna duda con respecto al Plan de cultura de seguridad alimentaria, contáctanos aquí sin compromiso.