Impacto ambiental de la industria cosmética y sus consecuencias en la salud del planeta
En las últimas décadas, la industria cosmética —una de las más importantes a nivel mundial— ha experimentado un constante crecimiento. Ell dossier de Grand View Research recoge pruebas de esto, y revela que este sector registró un valor cercano a los 245 millones de euros en 2022.
España no escapa a esta realidad. Tanto, que la industria cosmética batió récords en 2022 según el último informe de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), facturando 9200 millones de euros gracias al gasto anual promedio de cada español: 150 euros, frente a la media europea que ronda los 137 euros.
Pero, ¿qué representa el aumento en el gasto de cosméticos en términos de impacto ambiental? ¿Son conscientes los consumidores? ¿Qué medidas deben tomar las industrias del sector cosmético para contrarrestar los efectos de los cosméticos en el medio ambiente?
El aumento del cuidado personal unido a un mayor envejecimiento de la población mundial, entre otros factores, ha mejorado el bienestar de las personas, pero ha traído añadidas algunas consecuencias ambientales.
Basta con hacer un pequeño ejercicio para conocer la huella ambiental que tiene la industria cosmética; no hay más que visualizar cuantos productos tenemos en nuestro cuarto de baño y preguntarse ¿cómo y de qué materiales están hechos?
Efectos de la fabricación de productos cosméticos e impacto ambiental
Desde que se concibe un cosmético hasta que se obtiene el producto final se desenvuelven diversos procesos que pueden causar impactos ambientales negativos. Algunos de estos se dan en las siguientes fases:
Materias primas
Fabricar cosméticos requiere usar muchas materias primas, como aceites, esencias, conservantes, colorantes, etc., que pueden ser naturales, sintéticos, o creados en un laboratorio; o, provenir del ámbito petroquímico.
La tendencia de consumo en los cosméticos se inclina cada vez más hacia una cosmética natural, en la que se empleen materias primas naturales, productos veganos, cruelty free o en los que la formulación carezca de componentes sintéticos; y, que a la vez, sea respetuosa con el planeta.
Las empresas que den respuesta a estas necesidades atraerán a más consumidores preocupados por los problemas medioambientales, que usan productos naturales y orgánicos, como refleja el estudio Beauty Report de Klarna. Además, estarán contribuyendo a cuidar el planeta y forjándose una reputación en el mercado.
Transporte
Muchas marcas de cosméticos tienen su producción en un país y distribuyen sus productos por todo el mundo, haciendo que el transporte de productos no solo represente una parte importante del coste productivo sino que genere una huella de carbono alta.
Prácticas como la planificación eficiente de las rutas, renovar flotas antiguas por camiones eco friendly que usen combustibles alternativos, y definir los horarios de carga y descarga de mercancías, entre otras, permitirán reducir las emisiones y minimizar el impacto ambiental.
Packaging
Por su durabilidad y coste, el material predilecto en la industria para envasar sigue siendo el plástico, un elemento que se ha convertido en uno de los principales culpables de la contaminación global.
Sin embargo, las empresas deben buscar soluciones sostenibles para reducir el impacto ambiental de sus envases, y cumplir con las expectativas de sus potenciales clientes, optando por medidas más ecoamigables como:
- Sustituir plásticos por bioplásticos; es decir emplear bolsas de fécula de maíz y yuca como alternativa a los empaques plásticos.
- Comercializar fillers y ofrecer la opción de rellenar los productos, en lugar de obligar al consumidor a comprar envases nuevos, algo que ya hace una empresa como L’Occitane.
- Impulsar el reciclaje de envases entre los clientes con programas de reciclaje donde se le ofrezca algún beneficio especial al consumidor al devolver envases vacíos de sus productos, como hace la compañía británica Lush.
5 medidas efectivas para reducir el impacto ambiental de los cosméticos
Cada vez más compradores asumen un rol de consumidores responsables y buscan marcas que fabriquen sus productos de una manera consciente, sostenible y respetuosa con el medio ambiente. A esto, añade la Sociedad Española de Químicos Cosméticos (SEQC), se suman otras demandas como materias primas sostenibles, biodegradables, eco-friendly, upcycled, de proximidad y con procesos que reduzcan la huella de carbono”
Algunas de las recomendaciones para reducir el impacto ambiental de la industria cosmética son:
- Utilizar ingredientes naturales. Los cosméticos sostenibles hechos con ingredientes naturales suelen ser más seguros y biodegradables que los convencionales. Ingredientes como parabenos, sulfatos, triclosán, siliconas…contaminan en mayor medida los suelos y el agua.
- Reducir la cantidad de envases. A mayor cantidad de envases mayor cantidad de residuos, por lo que limitarlos es un método efectivo para reducir la huella ambiental de los cosméticos. Apostar por envases reciclables y reciclados, así como biodegradables, a la vez que concienciar a los consumidores a que reciclen y reutilicen los envases, y vender recambios o refills.
- Mejorar la eficiencia energética en la producción. Fabricar productos cosméticos necesita el uso de mucha energía, por lo conviene emplear fuentes de energía renovable (solar, eólica, hidráulica…) y así reducir la huella ambiental de la industria cosmética, tal y como hace la empresa alicantina Natural Cosmetic Lab y la suiza Weleda.
- Acortar la cadena de transporte. El transporte de los productos cosméticos tiene un gran impacto en el medio ambiente debido a las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen. Esto se puede minimizar utilizando proveedores locales y fomentando la venta online.
- Apostar por lo local. Emplear ingredientes y proveedores locales no solo disminuye esa huella de carbono relacionada con el transporte, sino que apoya la economía local y promueve prácticas responsables.
Al introducir algunas de estas buenas prácticas en toda la cadena de suministro, la industria cosmética se convierte en una sector más sostenible y responsable con el medio ambiente, a la vez que llega a un nuevo mercado de consumidores que cada vez buscan alternativas más sostenibles y de mayor calidad.
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