Pasos a seguir para obtener una certificación IFS y BRC
En Redimensiona Consulting llevamos más de 10 años implantando y ayudando a nuestros clientes a obtener la certificación en IFS y BRC, las normas más exigentes a nivel de calidad y seguridad alimentaria como son todas las normas International Featured Standards (IFS) así como las asociadas a Global Standard for Food Safety (BRC). Así mismo, llevamos desde 2004 realizando auditorias de tercera parte (certificación) como auditores. Todo esto nos aporta una amplia experiencia en el sector de la certificación y nos permite concluir que hay varios puntos clave para poder afrontar una certificación con garantías.
Si bien muchos de estos puntos se van a considerar como muy evidentes, es sorprendente comprobar como las empresas empiezan procesos de certificación en IFS y BRC o incluso realizan las auditorias de tercera parte sin cumplir ninguno de estos puntos.
Guía para obtener la certificación IFS y BRC
CONOCER LA LEGISLACIÓN
Es muy importante conocer cuál es la legislación que aplica al sector en el que se está trabajando. No es necesario un conocimiento profundo de cada Reglamento o Real Decreto que nos aplica, pero sí los más importantes o bien los que mayor impacto tienen sobre el producto. Es sorprendente cómo hay empresas que no conocen reglamentos generalistas como por ejemplo el Reglamento 1881/2006 relativo a contaminantes químicos.
Por otra parte, hay que tener un sistema eficaz que nos mantenga al tanto de actualizaciones legislativas así como de las tendencias tecnológicas y bibliográficas del sector en el que estemos trabajando. En Redimensiona, el primer día de inicio de un proyecto, solicitamos a la empresa el listado de la legislación que les aplica.
En tu empresa ¿conocéis la legislación que aplica a vuestro sector?
ELEGIR LA NORMA ADECUADA
Deberemos seleccionar la norma que más se ajuste a los intereses u objetivos de la empresa. Nos encontramos con empresas que tienen varias certificaciones (por ejemplo empresas certificadas frente a IFS Food, BRC Food, ISO 22000 y FSSCC 22000); sin embargo sus clientes sólo le solicitan una de ellas. Esto supone un coste adicional no sólo en la certificación sino en el gasto de recursos (tiempo principalmente) del personal de calidad y producción.
Debemos seleccionar correctamente la norma que más se ajuste a los objetivos e intereses de tu empresa.
SABERSE LA NORMA
Un porcentaje muy importante de las empresas afronta la auditoria de certificación sin saberse la norma a la que se está “presentando”. Cuando trabajamos como consultores y más cuando hacemos auditorias, nuestros interlocutores nos siguen haciendo preguntas tipo “y eso, ¿dónde está escrito en la norma?”. Si bien es una pregunta razonable y, muchas veces, pertinente; en otros casos nos está demostrando que no se han leído la norma en cuestión.
Por otra parte, las normas IFS y BRC, en ocasiones tienen documentos de aplicación como doctrinas (IFS) o guías de interpretación (BRC). Estos documentos son totalmente desconocidos por las empresas de manera general y, conocerlos, evitan muchos disgustos. Todavía, hoy en día, hay empresas que quieren certificar alguna norma IFS y que desconocen que, en caso de subcontratar procesos a empresas no certificadas GFSI han de avisar a los clientes (por lo menos los retailer) y, en caso contrario se puede considerar una no conformidad MAYOR.
Desde Redimensiona, la primera recomendación que hacemos es la de que todo el personal implicado en la certificación se lea la norma o, por lo menos, los capítulos que aplican a su trabajo.
CONCIENCIACIÓN
En un porcentaje muy elevado de los casos, nos encontramos con que desde La Dirección o Gerencia se pide a calidad que obtenga la certificación IFS y/o BRC. Sin embargo, no es consciente de lo que supone obtener estas certificaciones en cuanto a tiempo, recursos e infraestructuras principalmente.
En Redimensiona, lo primero que realizamos en un proyecto de implantación es reunirnos con La Dirección o Gerencia para explicarles qué tipo de norma se va a certificar y qué necesidades vamos a tener. Así mismo vamos a solicitar a La Dirección o Gerencia que nos de su total apoyo de forma pública, de lo contrario el proyecto se verá dificultado por la resistencia de las personas al cambio. Así mismo, debe ser La Dirección quien haga partícipe a toda la empresa de la consecución de la certificación y deje claro que tanto el éxito como el fracaso es responsabilidad de toda la organización y no sólo de departamento de calidad.
El éxito de la implantación de una norma es de toda la organización.
REDUCIR LA RESISTENCIA AL CAMBIO
Se debe de concienciar al personal lo que va a implicar una certificación IFS y/o BRC. Además debemos de explicarles claramente qué se va a esperar de ellos y por qué vamos a optar por la certificación y el porqué de los cambios que se van a realizar. Es importante también hacerles partícipes del proceso de cambio y permitirles que opinen o incluso que aporten mejoras a los cambios propuestos. Esto va a motivar a todo el personal y reducirá la resistencia al cambio.
Sólo si todo el personal está informado e implicado, la implantación será un éxito.
PLANTEAR UN OBJETIVO
En muchas ocasiones nos encontramos con empresas que quieren certificar una norma y obtener cero desviaciones. Esto, en IFS o BRC es prácticamente imposible. Hay que tener claro cuál es el objetivo, por ejemplo obtener la certificación o bien obtener la certificación en nivel superior o A. Esto nos permitirá trabajar con la presión justa asumiendo que habrá desviaciones que deberemos de utilizar en nuestro beneficio solventándolas y entendiendo que estas desviaciones si se han detectado es porque había que mejorar el sistema.
En Redimensiona consideramos que puede haber deficiencias asumibles, en cuyo caso destinaremos los recursos mínimos para solucionarlas e inasumibles frente a las cuales vamos a poner todos los recursos disponibles para solucionarlas y que no aparezcan.
Si cumplimos con todos estos puntos, la obtención de la certificación IFS y/o BRC estará mucho más cerca y será un proceso muchísimo más sencillo y asumible por parte de la empresa.