Seguridad alimentaria y la sostenibilidad, claves para la industria alimentaria del siglo XXI

Aunque pueden parecer dos conceptos alejados, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad están vinculadas. Es necesario que toda la población, tanto las personas individuales como las empresas del sector alimentario, contribuyan a hacer frente a los problemas que surgen de este vínculo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera que la seguridad alimentaria está presente “cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana”.

Esta definición, recogida durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (1996), requiere que se cumplan 4 dimensiones:

1. Disponibilidad física de los alimentos.
2. Acceso físico a los alimentos y la posibilidad de pagarlos.
3. Aprovechamiento biológico apropiado de los alimentos.
4. Estabilidad a lo largo del tiempo en el cumplimiento de los tres primeros puntos.

Por su parte, la sostenibilidad ambiental implica satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones. Para lograrlo, es necesario mantener el delicado equilibrio entre el desarrollo económico, el cuidado ambiental y el bienestar social. Es aquí donde el sector agroalimentario juega un papel estratégico.

Causas de la inseguridad alimentaria

La inseguridad alimentaria puede tener múltiples causas, muchas de ellas relacionadas con la industria agroalimentaria. Estas son algunas de ellas:

• Desigualdad en el acceso a los alimentos. A menudo, la producción alimentaria se centra en alimentos que generan mayores ganancias. Esto provoca un incremento de los precios de alimentos frescos y saludables y, en consecuencia, dificultades para acceder a dichos alimentos nutritivos.
• Promoción de alimentos poco saludables: A través de la publicidad y el marketing, se promueve el consumo de alimentos procesados y poco saludables, lo que contribuye a una dieta desequilibrada y la aparición de problemas de salud en la población.
• Las crisis económicas y geopolíticas. Eventos como guerras o recesiones prolongadas de la economía hacen que ciertos productos no estén disponibles o suban de precio. Un ejemplo claro de esto ha sido la escalada de precios del aceite de girasol por la guerra de Ucrania.
• Impacto ambiental: Los procesos industriales de alimentos a menudo tienen un impacto negativo en el medio ambiente, y contribuyen de forma significativa a la degradación ambiental y al cambio climático.

Prácticas que favorecen la seguridad alimentaria

En la otra cara de la moneda están las empresas que enfocan sus acciones a mejorar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad, con acciones como:

• Facilitar el acceso a educación alimentaria. Promover la educación alimentaria es fundamental para que las personas tomen decisiones informadas que contribuyan a su seguridad alimentaria.
• Respetar la regulación y políticas públicas. Seguir las regulaciones en materia de etiquetado y publicidad de alimentos también garantiza la seguridad alimentaria.
• Implementar certificaciones alimentarias: Las certificaciones, como ‘orgánico’, ‘comercio justo’ o ‘sostenible’, no solo ayudan a los consumidores a identificar productos que cumplen con estándares de calidad y sostenibilidad, sino que también permiten a las empresas diferenciarse.

9 claves de seguridad alimentaria y respeto del medio ambiente

Para conseguir la seguridad alimentaria a largo plazo, y respetar el medioambiente, es necesario aplicar distintas medidas, entre ellas:

1. Implementar prácticas de producción sostenible.
2. Aplicar prácticas agrícolas que contribuyan al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático y contribuyan a mejorar la calidad del suelo.
3. Utilizar energías renovables en los procesos de producción y distribución para minimizar la huella de carbono.
4. Cumplir e implementar regulaciones ambientales y de seguridad alimentaria para garantizar el cumplimiento de estándares de sostenibilidad y la mejora continua.
5. Reducir el desperdicio de alimentos en todas las etapas de la cadena de suministro.
6. Utilizar envases y embalajes sostenibles y reciclables, y limitar el uso de plásticos de un solo uso en el envasado de productos.
7. Priorizar ingredientes locales y de temporada para reducir la huella de carbono.
8. Fomentar la innovación tecnológica para ser más eficientes y reducir el impacto ambiental.
9. Promover la educación y concienciación sobre la importancia de la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente.

¿Cómo garantizar que un producto ofrezca seguridad alimentaria y sostenibilidad?

En España, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que es un organismo adscrito al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, tiene como objetivo asegurar el más alto grado de seguridad en los alimentos para garantizar la salud de los ciudadanos.

Para disminuir los riesgos de enfermedades transmitidas a través de la alimentación o vinculadas con ella, confirmar la eficacia de los sistemas de control de los alimentos y ayudar a que los ciudadanos tengan una alimentación variada y equilibrada, las empresas deben cumplir con las recomendaciones de esta agencia.

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